Una condición de la participación como asociado, es que todos los asociados (miembros) contribuyen de manera equitativa a la conformación del patrimonio (capital social, como suma de aportes sociales individuales) y gracias a la participación en la gestión, controlan de manera democrática dicha propiedad. Una parte de ese capital es propiedad común de la Cooperativa, por los acumulados económicos, producto de los resultados y las inversiones realizadas a lo largo de la historia. La compensación que recibe, en forma de valorización es limitada y la que se recibe en forma de beneficios, no lo es tanto, ya que depende de las necesidades de las personas y de la manera como utilicen dichos servicios.
En la utilización de los excedentes, son también los asociados a través de sus delegados y con base en los principios y en las normas legales, quienes deciden sobre su aplicación, de acuerdo con lo señalado en la ley, en los estatutos y en las políticas de la Cooperativa. Los propósitos que se deben cumplir con los excedentes, tienen que ver con la educación, la solidaridad, las reservas, las revalorizaciones, otros beneficios para los asociados en forma de servicios complementarios y el apoyo a diversas actividades de la comunidad.